Los cuatro
.
Al ritmo de sombras distintas
uno, rápido adelante
dos, escurriéndose por rendijas
tres, pasos largos
yo, lenta sorprendida
los cuatro juntos
separados
como piedras arrojadas
por la misma mano.
El camino de serpiente
angosta nos deja
donde la selva respira
un río gruñe llevando
sangre plateada
del dragón dormido
que hincha y desciende
su pecho de hojas.
El sol se exprime en lo verde
una roca grande
repara nuestros cansancios.
Saco de la mochila
dos naranjas un cuchillo
cada uno lame
su sombrerito chino
sol fresco de bolsillo
en el lomo de piedra.
Una vez encendidos
seguimos la marcha
enhebrados por un jugo dulce
cuatro sombras distintas
y el mismo corazón naranja.
.
———————————————————————————
.
Silla
.
Rodando te llevo
por primera vez
tu cuerpo de huesos
como cedros
vibrando los modos de la vereda
empujo cuesta arriba.
Más pesa ser tu madre.
.
————————————————————————————
Presbicia
.
El viento trajo la presbicia
junto a unos sapitos durmiendo
en mis párpados
un abanico de líneas sonriendo
al lado de los ojos
otro sabor en la piel.
La presbicia llegó
junto a una madre huérfana y enferma
un hijo pasando a buscarme en mi auto
un marido que a veces
me baña en indiferencia
y a veces me quiere.